Si partimos de la premisa de que las personas podemos ser analizadas desde múltiples perspectivas sin jamás ser abarcadas completamente, podríamos vislumbrar un poco de lo que es Frida Kahlo, la artista mexicana que post mortem adquiriría ante el mundo entero la fama y el renombre que en vida jamás imaginó.
Sus inicios y el accidente
En 1907, en el seno de una familia de clase media con raíces europeas (alemana y húngara) y mexicanas nace Magdalena Carmen Frida Kahlo Calderón en Coyoacán. Desde la infancia padeció múltiples enfermedades y un cuerpo débil, algunos dicen que enfermó de poliomielitis a los 6 años y otros que nació con un defecto congénito en la columna -espina bífida-. Como fuere, esta situación parece haber influenciado a la pequeña Frida, quien desarrolló una relación muy estrecha con su padre Guillermo, el famoso fotógrafo alemán nacionalizado, quien padecía epilepsia.
Frida estuvo en contacto con el arte desde chica a través de la fotografía y del grabado. Fue una de las pocas mujeres de su época que gozaron de la oportunidad de asistir a la preparatoria, donde, además de formarse educativamente, empezó a formular ideas socialistas al ser parte de un grupo político, “Los cachuchas”.
La actividad física era su aliada para fortalecer su débil organismo. Sin embargo, a los 18 años ocurre un acontecimiento que le imposibilita recuperarse y, por si fuera poco, funge el hecho que la define y altera para siempre su porvenir: El camión en el que viajaba chocó contra un tranvía.
(Dibujo realizado por Kahlo en 1926 describiendo el terrible accidente.) |
(La columna rota, 1944)
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El accidente la afectó más que a ningún otro pasajero: En tres partes “La columna rota” -como su afamado óleo-, múltiples fracturas, un tubo atravesándola, traumatismo en todo el cuerpo. Tuvieron que inmovilizarla y, a partir de ese momento y de por vida, someterla a diversas intervenciones y aparatos ortopédicos. Es entonces cuando explota a raudales su talento artístico -que si bien no es del gusto de todos, resulta incuestionablemente único-. Frida creó alrededor de 200 obras entre las que se cuentan 151 pinturas (incluidos 55 autorretratos).
Vida intelectual y política
(El marxismo dará la salud a los enfermos, 1954)
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Alrededor de 1927-1929 Frida se desenvuelve en grupos intelectuales que, por la época, defendían ideas comunistas y liberales. Retoma amistades del pasado y conoce a quien pronto se convertiría en su esposo: Diego Rivera –el famoso muralista que, entre otras cosas, era parte del Partido Comunista Mexicano-. Políticamente, aunque tanto Diego como Frida fueron miembros del PCM, Frida parece ser mucho más provocadora. Se inmiscuye más, participa activamente en los movimientos y marchas y defiende más tajantemente las ideas. Ella se lo toma más en serio –Rivera, de hecho, fue expulsado del partido por asuntos personales-.
Si bien Diego retrata en sus murales la lucha revolucionaria en pro del socialismo, la lucha de clases y la defensa del proletariado, la pintura de Frida entraña lo personal de la revolución, de la emancipación y la lucha individual, del sufrimiento irremediable. Una revolucionaria entregada en cuerpo y alma.
El elefante y la paloma. Y los demás.
Diego Rivera y Frida Kahlo –el elefante y la paloma, como la madre de Frida los describe- se casan en 1929. Él era 20 años mayor ella. Su relación definitivamente marca también la vida de Kahlo y sobre ella existen un sinnúmero de leyendas y chismes que sería imposible traer a colación.
Artísticamente, el muralista la inspira al ser el puntal del arte mexicano de la época, es él quien resalta, él es el famoso, el que le dice a ella que tiene talento.
Ambos reconocen una influencia grande del otro, más allá de ser esposos los artistas eran compañeros. De hecho, en 1935 la pareja pide al famoso arquitecto Juan O’Gorman construir una casa funcionalista en San Ángel (o dos, unidas por un puente), para que cada uno tuviera su propio espacio y se desenvolviera como le placiera...
(Museo Casa Estudio Diego Rivera y Frida Kahlo, San Ángel CDMX)
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Y así fue. En todo sentido. Frida se enteró de que Rivera le era infiel con su propia hermana, Cristina Kahlo, y decidió ponerle fin al matrimonio en 1939. Pero volvieron a casarse un año después.
Las relaciones extramaritales de la pareja abundaban. Ambos artistas mantuvieron, desde los inicios, romances con muchas otras personas. Con decir que Dolores del Río y María Félix, las dos actrices más bellas y cotizadas de la época, parecen figurar en la lista de amantes del muralista. De parte de Frida, su amorío con León Trotsky, el líder comunista ruso, es el más conocido: Mientras se hospedaba en la casa de los artistas mexicanos, mantuvo un amorío con Kahlo, lo que reafirmó la postura política de la mexicana y rompió su relación política y amistosa con Rivera cuando éste se enteró del romance.
Mucho se dice también de la bisexualidad que manifestó desde la juventud y de otros supuestos romances que incluyen también a Chavela Vargas. Sean verdad o mito las múltiples ideas que rondan sobre ella, el hecho es que Frida fue un parteaguas en su época.
Asimismo, era la sombra del talento de Diego –la mayoría de su obra no fue bien conocida sino póstumamente-, estaba irrevocable y obsesivamente enamorada de él. No en vano sufre también su relación, padece sus traiciones y, aunque ella también es autora de múltiples engaños, se aferra a la pasión que ésta genera en todo sentido. Ella es, como firma sus cartas, “Su Frida” -sufrida, no es en vano el juego de palabras-. Este vínculo con Diego Rivera cargado de manchas y matices es, por supuesto, otro de los motivos más recurrentes de su obra.
(Las dos Fridas, 1939) |
(El abrazo de amor de El universo, la tierra (México), Yo, Diego y el señor Xólotl, 1949)
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Su arte y esencia
Kahlo poseyó una amplia colección de exvotos (ofrendas hacia la divinidad con el fin de agradecer un favor). Estos formaban parte de la tradición mexicana y eran normalmente ofrecidos a santos o vírgenes tras realizar milagros por personas que se tomaban el tiempo de ilustrar su agradecimiento. Aunque Frida no era católica, se asombra por cómo los exvotos logran al mismo tiempo relatar un acontecimiento y brindarle un toque personalísimo. Así, retoma la tradición para algunos de sus cuadros.
(A la izquierda un exvoto tradicional, a la derecha el “exvoto” de Frida que relata su accidente. Ambos de 1940.)
Si bien es verdad que la mayoría de sus cuadros son autorretratos porque, como ella misma dice, ella es su mejor motivo y lo que conoce más -“Me retrato a mi misma porque paso mucho tiempo sola y porque soy el motivo que mejor conozco”- (¿qué podría uno proyectar mejor que su propio ser?), es sorprendente darse cuenta que el arte de Frida es mucho más que eso.
Por muchos es catalogada como surrealista. Incluso André Breton, el teórico del movimiento surrealista -quien también se contaba entre las amistades de la mexicana-, lo afirmó. Mas eso dista mucho de ser verdadero. Ella misma contestó que, contrario al surrealismo, ella pintaba solamente su propia vida y no sus sueños. Lo único que se observa en sus obras es, si bien plagada de elementos simbólicos, su realidad. “Cada tic-tac es un segundo de la vida que pasa, huye, y no se repite. Y hay en ella tanta intensidad, tanto interés, que el problema es sólo saberla vivir. Que cada uno lo resuelva como pueda.” De esto resulta impactante cómo a pesar de todo Frida se aferra a la vida, a sus raíces y a los orígenes de todos sus estragos. ¡Viva la vida!
Sin embargo, es también curiosa la perspectiva sobre la muerte que resalta su afán de terminar con la agonía que la llevó incluso a intentar suicidarse. Frida sufrió varios abortos involuntarios que aumentaron su sentir ante su incapacidad de procrear. Esta imposibilidad de convertirse en madre se sumó a sus dolencias. Nuevamente, estos motivos se desbordan en sus obras y acrecientan el sentir, mientras usa la simbología como intento de expresar algo tan personal.
(Henry Ford Hospital, 1932)
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Aunque creía a modo prehispánico en la existencia después de la muerte, las últimas líneas de su diario la delatan: “Espero alegre la salida y espero no volver jamás”. El sufrimiento que experimentó -tanto física como espiritualmente- y sus circunstancias -enfermedades congénitas; ideas liberales del siglo XX adquiridas por influencia y por propia mano; un terrible accidente-, su relación de amor-odio-libertad con Diego; los múltiples abortos y operaciones quirúrgicas y el agotamiento generado de ellos- conformaron la totalidad de su realidad. Y por ello mismo, su propia vida es su incentivo artístico predominante: su particular encarnación de la existencia.
Frida ante el mundo
Actualmente, Frida Kahlo, es un ícono de la cultura y de múltiples movimientos, y para muchos su arte está sobrevalorada. No interesa. Lo genial de la mexicana es que logra a la perfección aquello que el arte busca: creación. Y parece lograrlo proyectando ideas únicas, plasmando realidades tan personales como verdaderas y auténticas, proyectando pasiones humanas de lo más banales y tan elevadas. En fin, siendo una auténtica revolucionaria.
Resulta impactante visitar el Museo Frida Kahlo[1], su casa, pues siempre está repleto y en su mayoría de extranjeros (6 de cada 10 personas aproximadamente). Los turistas no pierden la oportunidad de visitarlo cuando vienen a la Ciudad y, como mexicanos, esto debería sorprendernos y llevarnos a cuestionar más sobre las razones por las que Frida atrae más miradas internacionales que nacionales. ¿Qué tiene de particular que resulta un ícono inconfundible de México ante el mundo? ¿No es su exaltación de las raíces algo que debería incitarnos también a los mexicanos a adentrarnos en su arte e historia?
No cabe duda que Frida, y todo aquello que la envuelve, fue, es y seguirá siendo un gran misterio y que el sufrimiento personal expresado a través de sus pinceladas es algo que nadie parece entender plenamente. Quizá sea mejor “que cada uno lo resuelva como pueda”.
Datos curiosos
En 1939, su autorretrato “El marco” (1938) se convirtió en la primera obra mexicana exhibida en el Museo del Louvre en París.
En 1940, tras el asesinato de León Trotsky bajo orden de Stalin, Frida fue acusada de haber asesinado al líder comunista y fue arrestada. Tras algunas investigaciones, la dejaron en libertad.
Su contemporáneo, el famoso director de cine Emilio “El Indio” Fernández tenía en su casa un cuadro de Kahlo donde aparece desnuda. Sin embargo ella nunca posó de esta manera, sino que el autor, Jesús Beaochutte, utilizó su conocido rostro con el cuerpo de otra modelo. Frida nunca se enteró de la existencia de dicha obra.
En el 2006, su obra “Raíces” (1943) rompió el récord del precio más alto pagado por una obra latinoamericana: 5.6 millones de dólares (61,600,000MXN en aquel momento).
En 2008 Coldplay lanzó un álbum titulado Viva la Vida or Death and All His Friends influenciado por el cuadro de Kahlo del mismo nombre. Este cuadro, además, es la última obra que Frida realizaría.
(Viva la vida, 1954) |
En el 2013, la marca cervecera Bohemia lanzó, en su honor, una edición especial de la bebida con la imagen de Kahlo bajo el eslogan “Vive como piensas”.
En el reverso del billete de $500 figura la obra “El abrazo del universo…”, aludida anteriormente.
Top imperdibles de Frida Kahlo
6. Naturaleza muerta (tondo) (1942. Museo Frida Kahlo, CDMX)
Frida realizó varias versiones, por encargo, de piezas muertas de la naturaleza. Ésta se trata de un óleo sobre cobre cuyos colores y realismo impactan al espectador. La obra está cargada de referencias sexuales y, más allá del contenido sexual, la muerte de las frutas y su realismo retrata el dolor de la mexicana y su impotencia para procrear. Además, ilustra muy bien la habilidad pictórica de la artista.
5. Autorretrato con pelo corto (1940. Museo de Arte Moderno,
Nueva York)
La pieza la realizó tras separarse de Diego, cuando lo encontró con su hermana. El autorretrato representa el rompimiento con la belleza y el pasado; la rebeldía y la acción revolucionaria de terminar con aquello que lleva al sufrimiento.
4. Las dos Fridas (1939. Museo de Arte Moderno, CDMX)
Una de las obras más famosas de Frida es este doble autorretrato que, por su tamaño, resulta impactante y exhibe el talento de su autora, ilustra también la relación de Kahlo con Rivera –según lo expuesto anteriormente- y el sufrimiento que ésta le afligió.
3. Ruina (1947. Museo Frida Kahlo, CDMX)
Se trata de un dibujo a lápiz, bosquejo tal vez, que ilustra la imaginación y simbolismo de Frida Kahlo. Dedicado a Rivera, parece ser un intento de comprender la mentalidad y forma de vida del muralista y su relación amorosa cargada de engaños. Las ruinas como decadencia y destrucción que, al mismo tiempo, sustentan el resto y forjan lo que ha de ser.
2. Moisés (1945. Colección privada en préstamo en el Museum of Fine Arts,
Houston)
Mucho menos conocida, se trata de un encargo que, además, le valió a Frida el segundo premio en una exhibición en el Palacio de Bellas Artes. Se le pidió que ilustrara su interpretación del libro Moisés y la religión monoteísta de Sigmund Freud. Tras leerlo una vez, Frida realizó el encargo -deficientemente según la propia artista- intentando reflejar la neurosis humana y la creación de deidades y héroes con el fin de protegerse de lo desconocido de la existencia y dar respuesta ante la muerte y los misterios de la vida misma.
1. La columna rota (1944. Museo Dolores Olmedo, CDMX)
Una de las más famosas, condensa totalmente el arte y la esencia de la pintora mexicana. El autorretrato no sólo ilustra y hace referencia a su accidente, sino que se carga de simbolismos que construyen un contexto que hace posible comprenderla mejor. Las lágrimas tan realistas (que se pueden apreciar a la perfección viendo el cuadro en vivo a pocos centímetros de distancia) apelan directamente a las emociones del espectador. Vale la pena poner atención al cuadro y a la experiencia sensitiva y tan personal que genera.
[1] Las filas son larguísimas todos los días, pero los boletos también se pueden comprar en línea con días de anticipación con una muy reducida comisión y el boleto incluye la entrada al Museo Diego Rivera Anahuacalli.
Excelente blog; me refresco bastante la idea y mala predisposición que tenía acerca de la artista, la descripción que realizan acerca de sus pinturas realmente me provoca curiosidad por conocer mas de ellas; ademas de transmitirme diferentes sensaciones aunque en su mayoría es tristeza y sufrimiento, también se encuentra una gran pasión y entrega arte, que imagino yo fue su amigo intimo; puesto que a el le contaba todo y en consecuencia termino contandonos todas sus intimidades a nosotros.
ResponderBorrarMuchas gracias por leernos. Sí, es increíble lo mucho que podemos llegar a conocer a los artistas (y demás exponentes mexicanos) cuando nos damos un poco más de tiempo para conocerlos. ¡Qué gusto leer que fue de tu agrado! ¡Gracias por tu comentario! Los martes publicamos nuevos posts :)
BorrarNo me gusta ni tantito su obra, aunque reconozco q es muy buena y si refleja muchisimo sus dolencias fisicas y traumas. En gustos se rompen generos...pero es excelente la descripcion q haces d su obra y vida.
ResponderBorrarActualmente y x todo el mundo ella es mas famosa q su marido el muralista Diego Rivera.he viajado x el viejo continente , el cono sur d america y asia y en las 3 zonas habia souvenirs diversos con su imagen.
No me gusta....creo que solo es una moda...aunque para los turistas...es fabulosa! Antes al dibujar a un mexicano en el extranjero, lo hacían con el típico charro y su "indígena" atrás... ahora, ella es la imagen de las mexicanas! Muy buena descripción de sus obras más representativas.
ResponderBorrarFrida es la mejor artista femenina del mundo. No solo por sus pinturas sino por todo lo que sufrió y se mantuvo en pie si quieren saber más les dejo esta página que leí y me hizo amar a Frida Kahlo: Web fridakahlo.online/cuadros/
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